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Aportaciones de Gonzalo Rodríguez Moreno en los II Diálogos del Agua

| 10 septiembre 2016

 

El pasado 6 de septiembre tuvo lugar la segunda edición de los Diálogos del Agua en América Latina ¿ España. Esta jornada contó con las aportaciones de renombrados expertos internacionales que plantearon los principales retos a los que se enfrenta el sector del agua y del saneamiento en Latinoamérica y España. Más concretamente esta segunda edición se centro en seguridad hídrica. Entre los distintos expertos se encontraba Gonzalo Rodríguez Moreno, director académico del Master en Tecnología y Gestión del Agua.

 

Destacamos en este artículo sus principales aportaciones:

 

Gonzalo, ¿En qué  crees que contribuye principalmente esta jornada de los Diálogos del Agua?

La  Jornada II Diálogos del Agua pone de manifiesto las oportunidades de colaboración y los beneficios que la cooperación en materia de agua tiene para  toda la comunidad de América Latina y España. La seguridad hídrica, la colaboración público ¿ privada, la gobernanza del agua, en situaciones ordinarias y en episodios extremos, y la importancia de la transmisión del conocimiento, independientemente  de dónde se genere, han sido los grandes ejes vertebradores de la jornada.

El cumplimiento de los objetivos de la ONU (ODS) en materia de agua, en unos casos, y el mantenimiento de los niveles de calidad del servicio, en otros, conllevan importantes inversiones en nuevas infraestructuras o en el acondicionamiento de las existentes, con unos costes de mantenimiento y operación elevados, haciendo muy necesaria la colaboración público ¿ privada para abordar estos retos con éxito.

Se han expuesto ejemplos de la participación de empresas privadas como Suez, en proyectos vinculados con el agua en América Latina, poniendo de manifiesto los logros obtenidos entre poblaciones muy deprimidas, con avances espectaculares en cuanto a su acceso al agua potable continua y de calidad y al saneamiento.

 

¿Cuáles dirías que son los principales retos de la seguridad hídrica en la región latinoamericana?

El primer reto es facilitar el acceso de toda la población al agua potable y al saneamiento con los niveles adecuados, pues se estima que más de 13 millones de habitantes urbanos no tienen agua potable con el nivel deseable, y casi 61 millones a un saneamiento adecuado, según datos de 2015. Esta situación se agrava en los medios rurales. Para mejorar la situación, es imprescindible mejorar tanto las infraestructuras de abastecimiento como la calidad del recurso, así como garantizar la disponibilidad futura de recursos.

El segundo reto es la conservación de las masas de agua con una calidad compatible con la protección de la salud de las personas y con la de los ecosistemas. Para ello, es necesario tratar las aguas residuales antes de su vertido a los cauces naturales, regular la contaminación industrial y minera, la contaminación por nitratos, los procesos de salinización por regadío y, en general, conservar los ecosistemas y la biodiversidad.

El tercer reto debe ser asegurar que se dispone de agua suficiente para el desarrollo sostenible, con una explotación racional de los embalses reguladores, con un adecuado control de la erosión de las cuencas, y con políticas de gestión adecuadas para el tratamiento de las situaciones de sequía. Además, en zonas de estrés hídrico, se deberá controlar la sobreexplotación de los acuíferos y regular la conexión entre las aguas superficiales y subterráneas, así como ajustar las demandas a la disponibilidad real de recursos.

El cuarto reto será la protección de personas y bienes frente a los desastres naturales asociados a las inundaciones, por la ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos en la zona, adecuando los sistemas de laminación y drenaje al desarrollo urbano, mediante políticas efectivas de ordenación del territorio y con la utilización de sistemas de prevención y alerta temprana.

 

¿Cómo puede contribuir el sector privado a hacerles frente?

El sector privado puede colaborar para hacer frente a estos retos mediante la participación en asociaciones público-privadas, introduciendo tecnología e innovación para mejorar la calidad de los servicios públicos con una mayor eficiencia operativa. Para ello es necesario que se produzcan modificaciones legislativas en gran parte de los países latinoamericanos que garanticen jurídicamente los contratos que se deriven, garantizando la sostenibilidad de las tarifas y facilitando la planificación y la operación de los sistemas hidráulicos. De esta manera, se minimizarán las discrepancias políticas e hidrológicas existentes y se atraerá la inversión privada, necesaria para poder afrontar las inversiones en infraestructuras hidráulicas precisas para hacer frente a los retos planteados.

El sector privado también puede colaborar, además de con su participación en la captación de inversión y en la gestión de activos, mediante la generación y transmisión de conocimiento, aprovechando su know how.

 

¿Cómo crees que América Latina puede beneficiarse de la experiencia española en materia de agua?

América Latina puede beneficiarse de la experiencia española en materia de agua en muchos aspectos. Comenzando por la legislación existente sobre la materia, encabezada por la ley de aguas y la directiva marco que, sin duda, son documentos que pueden aportar muchas ideas sobre la gobernanza del agua que, desde un punto de vista jurídico, está escasamente desarrollada en varios de estos países.

Por otra parte, la organización administrativa española en materia de aguas, tanto intercomunitaria como intracomunitaria, con la experiencia y el conocimiento atesorado por las confederaciones hidrográficas puede exportarse a aquellos países que carecen de una gestión integral de sus cuencas.

Otro de los aspectos en los que la experiencia española puede beneficiar a América Latina es en la gestión de los episodios de avenidas y de sequías, en los que España ha trabajado mucho en los últimos años, con tecnologías innovadoras que se han mostrado altamente eficaces para gestionar estos episodios extremos, para los que se han desarrollado programas específicos.

Tampoco debemos olvidar los aspectos relativos al apoyo institucional y a la formación, pues la transmisión del conocimiento, desde la operación a la gestión, propicia la gobernanza de los sistemas de agua de manera eficiente y sostenible.

La existencia de instituciones comunes en materia de agua, como la CODIA, son instrumentos muy eficaces para el intercambio de experiencias y la aportación de conocimiento entre los países miembros.

 

Desde el punto de vista de la formación, ¿cómo puede contribuir ésta a la mejora de la gestión del agua?

Como se ha comentado anteriormente, la generación y la transmisión del conocimiento son los pilares en los que debe basarse la gestión sostenible y eficiente de los sistemas asociados al ciclo integral del agua. Esta transmisión del conocimiento solamente será efectiva si se lleva a cabo mediante una formación rigurosa orientada al fomento de la innovación en los alumnos, soportada en la tecnología.

La generación y la transmisión del conocimiento son los pilares en los que debe basarse la gestión sostenible y eficiente de los sistemas asociados al ciclo integral del agua.

 


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