Este pasado 8 de mayo se ha celebrado la final nacional del Stockholm Junior Water Prize en Madrid, un destacado concurso que ha reunido a jóvenes talentosos de todo el país para presentar sus proyectos de investigación sobre el agua y la sostenibilidad. Organizado por la Fundación Aquae, este concurso, conocido como el premio Nobel junior del Agua, ofrece a estudiantes de entre 16 y 21 años una plataforma para abordar los desafíos actuales en torno al agua y el medio ambiente.

El jurado, liderado por el catedrático de Ingeniería Ambiental de la UPC y presidente de ASERSA, Rafael Mujeriego, ha estado compuesto por expertos del sector del agua y la investigación. Junto a él, han formado parte del jurado Amelia Pérez Zabaleta, vicerrectora de Economía de la UNED y directora de la Cátedra Aquae de Economía del Agua, Jaime Pérez jefe de Área de Cultura Científica del CSIC, Marina Arnaldos directora de CETAQUA, y Edurne Arkotxa geografa y educadora ambiental de la Escuela del Agua.

Este año, los trabajos presentados han abordado una variedad de temas relacionados con el agua y la sostenibilidad. El proyecto ganador ha sido «Etología de la tortuga boba: su ciclo de vida en relación con la contaminación marina por plásticos», realizado por Marina Navarro del Institut Carles Vallbona (Barcelona), analiza la interacción de las tortugas bobas con los plásticos y su impacto en el medio ambiente marino, con el objetivo de concienciar sobre la contaminación plástica en los ecosistemas marinos y proponer estrategias de divulgación.

Otro proyecto destacado ha sido el «Estudio de la eficacia de la cubierta vegetal en la retención de agua en núcleos poblacionales», llevado a cabo por Arturo Palomino y Diego Gutierrez del I.E.S. Consaburum (Toledo). Este estudio investiga la textura del suelo y su impacto en la retención de agua para abordar problemas de inundaciones en núcleos poblacionales. El equipo ha utilizado tecnologías como Arduino y sensores de humedad para medir la capacidad de retención de agua de diferentes especies de plantas, proponiendo soluciones para la planificación urbana sostenible y la gestión de recursos hídricos.

Finalmente, el trabajo «Análisis de la influencia de lejía, alcohol, leche y hoja seca sobre el desarrollo del crecimiento de microorganismos protoctistos en aguas estancadas», elaborado por Sergi Lópes y Pol Mayans de la Escuela Vedruna Immaculada (Barcelona), también ha destacado en la competición. Este trabajo se centra en la identificación de microorganismos en aguas estancadas y su relación cuando entran en contacto con determinadas sustancias. El equipo ha analizado factores ambientales que influyen en el crecimiento de microorganismos, con el objetivo de mejorar la gestión del agua y la salud pública en entornos urbanos y rurales.

Tras un riguroso proceso de evaluación, el proyecto «Etología de la tortuga boba» ha sido el seleccionado como ganador de la competición, destacando por su relevancia en la divulgación y concienciación de la conservación del medio ambiente. La ganadora, Marina Navarro, tendrá la oportunidad de representar a España en la Final Internacional del Stockholm Junior Water Prize en Estocolmo. ¡Enhorabuena a todos los participantes por sus impresionantes contribuciones!